Mendizabal III, un pelotari grande
Mientras el contrario no llegue a 22, tengo la posibilidad de hacerlo yo. Esta idea me motiva para seguir luchando hasta conseguirlo. Porque, aunque el otro vaya por delante, yo también puedo llegar a 22 y hasta que el partido no acaba puede pasar cualquier cosa, siempre tienes la oportunidad de ganar.
La confianza es básica para jugar, significa mucho. Si sales a jugar confiado, tienes una parte importante ganada. Para mí, la base para sentirme cómodo y confiado es la mano; la mano es lo más importante. Si las manos están bien, juego a gusto. Que estén tocadas, me crea cierta incertidumbre. También el cuerpo es importante, que no te duela, pero la mano es la base.
La cabeza en el frontón también es muy importante porque hace mucho trabajo. Por eso, vaya ganando o perdiendo, me doy ánimos y pienso que puedo vencer. Intento estar a tope, darlo todo, por ese compromiso que el pelotari tiene con el público. Porque si lo das todo, aunque pierdas, la gente lo ve y sabe que has estado ahí luchando hasta el último tanto.
No soy pegador pero intento aprovechar todas las circunstancias que favorezcan mi juego. Si el partido se endurece, mi lema es aguantar y luchar hasta el final.
